EVOLUCIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL EN LA ESPAÑA DEL SIGLO
XVII
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La Europa del siglo XVII se caracterizó
por una fuerte crisis que afectó a
todos los sectores, se produjeron malas cosechas, pestes, guerras,
estancamiento de la industria y el comercio; esta crisis se agravó en la
Monarquía Hispánica por la pérdida de la hegemonía en Europa.La población disminuyó por las
migraciones a América, los muertos en las guerras, la expulsión de los moriscos
y las epidemias.En el ámbito económico, la agricultura empeoró; la Mesta
vivió una mala situación con una reducción del ganado; la industria y el
comercio sufrieron una profunda depresión y la competencia de productos
extranjeros se agravó por las guerras, la pérdida de territorios, el
aumento de la presión fiscal y la pérdida del poder adquisitivo.La situación de la Hacienda Real era
catastrófica, los gastos aumentaban por las guerras y las reformas empleadas
para solucionar esta situación no consiguieron reducir los gastos; por ello, la
Monarquía Hispánica entró en bancarrota. Sin embargo, en los últimos años del siglo
comenzó una mejoría económica.Un grupo de intelectuales arbitristas denunciaron esta situación y ofrecieron soluciones a los problemas,
denominados arbitrios; defendieron una política económica mercantilista,
es decir, fomento de la producción nacional y protección frente al exterior. En el siglo XVII predominaron los valores nobiliares y rentistas, en este
modelo de vida era importante la compra de tierras y los grandes gastos. Por
otro lado, aumentó la pobreza y se produjo un éxodo rural. En la Corona de Aragón la crisis fue
menor y, a finales del siglo, Cataluña comenzó a
recuperarse.