LOS REINOS CRISTIANOS EN LA EDAD MEDIA:LOS PRIMEROS
NÚCLEOS DE LA RESISTENCIA
La conquista musulmana de la Península arrinconó la presencia cristiana a la
zona cantábrica, donde se formaron los primeros núcleos cristianos. La falta de
interés hacia este territorio de debe a dificultades orográficas y pobreza
económica. El núcleo asturiano se
creó cuando Pelayo ganó una escaramuza contra los musulmanes en Covadonga. Este
reino se asentó bajo los reinados de Alfonso I (estableció el “Fuero Juzgo”),
Alfonso II (estableció la capital en Oviedo) y Alfonso III (expandió la
frontera hasta el río Duero, a su muerte la capital se trasladó a León). Este
reino atravesó en el siglo X una grave crisis. Carlomagno, derrotado en
Roncesvalles, centró su interés en Pamplona
y tomó Barcelona. Iñigo Arista se proclamó rey de Pamplona y Aznar Galíndez
estableció su control sobre el condado de Aragón. Vilfredo el Velloso expandió
sus territorios y comenzó el proceso de independencia de los nobles carolingios.
Esta desvinculación de los condados
catalanes se produjo cuando Borrel II rompió las relaciones vasalláticas de
hecho. El reino de Pamplona se expandió y se transformó en el reino de Navarra. El máximo esplendor
se alcanzó con Sancho III el Mayor, que logró convertir al reino navarro en la
principal potencia cristiana. A su muerte, el territorio se dividió entre sus
hijos: García Sánchez, Ramiro I y Fernando I. Éste último gobernó en Castilla,
conquistó León y unió los reinos. El reino
de Aragón surgió con Ramiro I; su hijo Sancho Ramírez unió Aragón y
Navarra.
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