ORGANIZACIÓN POLÍTICA E INSTITUCIONES EN EL
REINO DE CASTILLA Y EN LA CORONA DE ARAGÓN
En
la Baja Edad Media se constituyeron las monarquías de la Corona de Castilla y
la Corona de Aragón. A pesar de tener una estructura
política (reyes y cortes) similar, presentaban diferencias notables. En
la Corona de Castilla, pese a la
expansión del poder señorial, la autoridad de la monarquía se fortaleció
durante los siglos XIV y XV. A ello contribuyó la difusión de teorías políticas,
basadas en el derecho romano, que defendían el poder real, cuyo origen se
consideraba divino. Por esto el rey, soberano de los súbditos, era sólo
responsable ante dios (Monarquía autoritaria). Las instituciones son: Consejo Real
(asesoraba al rey), Audiencia (órgano supremo para la justicia; al
principio era itinerante, en el siglo XV se fija en Valladolid con el nombre de
Chancillería). En el ámbito local aumenta el
intervencionismo del rey con el corregidor. La
Corona de Aragón era una
confederación de estados con leyes e instituciones propias. Entre el rey y los súbditos hay una relación de pactismo;
ante las dificultades en la conquista de Sicilia se necesita ayuda, por lo que
el rey Pedro III el Grande tiene que ceder ante la nobleza y las Cortes
Catalanas con la concesión del Privilegio
General. De este modo las cortes ejercen un fuerte control y limitan
el poder del monarca. Las instituciones en Aragón son: las Cortes
(defendían los intereses sociales) las Diputaciones (al principio se
constituyeron ocasionalmente para el control y recaudación de concesiones
económicas, posteriormente adquirieron funciones y se hicieron permanentes), Virreinatos (en cada reino
había un representante del rey, aunque no tenía la importancia del corregidor)
y la Justicia de Aragón (se encargaba de defender los fueros de Aragón).
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